Desidia

La muerte descalza
corroe mis venas,
enferma, ciega,
armoniza con mi tristeza.

Comienzo a recordar
tus razones perversas,
tu puñal sin penas
y tu sonrisa traviesa.

Siento a mi corazón suicida
y recuerdo que murió feliz
en el placer de tus brazos,
en la agonía de tus dejos.

Cabellos de oro
sonrisa de plata
manos que rozan
bucles sin pausa.

Recuerdo los giros
el acero, las multitudes
y los ecos.

Recuerdo mi inocencia
mi felicidad inocua
y mis miedos.

Recuerdo un amor
sin miramientos.

Mentiras piadosas
planes secretos
deja vú de un amor eterno
la falacia de un solo entierro.

El veneno ya sedó mis venas
no siento más que la obscuridad eterna
que se acerca y me besa
con sus labios negros,
con su cuerpo perfecto.

Me abraza y me consuela,
y sin mas recuerdo que una lágrima
dejo que la desidia me arrastre
y me sumerja en el último sueño.