lunes, 29 de septiembre de 2014

Aguadulce y pan

y las aguas? se han calmado ya?
y las notas? la música ha dejado de sangrar?
este vendaje que me he impuesto está dejando de hacer efecto
ya no creo en los cielos, ya no veo un camino hecho
tantas palabras echadas a perder, tanto sentimiento ahogado de placer
No son mentira ni verdad, son tan solo canicas apretadas en un frasco de cristal
reflejando el sol, todas con su color, su brillo, su peso y emoción
pero están siempre tapadas, con corcho o cerámica
y el brillo se diluye hasta desaparecer
una gárgola destruida que ya no es guardia pero al fin respira
es como despertarse estando cara a cara con la muerte
jugando al carnicero, convirtiéndose en cordero
aullando por lo bajo y silbando en un entierro.

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